¿Suena raro, verdad? Pero este es el único libro de los que hemos hecho que no queremos que se escriba y, es que La Fundación del Protectorado de la Infancia nos encargó un Libro de registro para el columbario que acaban de terminar.

Cuando nos encargaron el trabajo, leímos las reglas de la Fundación, para diseñar el interior de las tablas de registro, y una vez aceptadas por los patronos, imprimimos, cosimos, cortamos, hicimos la portada en piel y grabamos. Pero… aunque estamos satisfechas con el trabajo realizado, no lo queríamos entregar, pero ya ha pasado algunas semanas, y no nos queda más remedio.

Solo nos queda decir, ¡¡que no se escriba en él!!